Es una realidad que las culturas orientales se han hecho un hueco importante en nuestras vidas. Tanto es así, que empezamos viendo series de televisión manga o leyendo cómics de anime, pasamos a introducir a esos personajes de las series y los cómics a nuestra vestimenta llevando camisetas de Dragon Ball por ejemplo o de Arale. Pero hoy en día esto ha pasado todos los límites, hoy comemos sushi también. Así pues, la cultura oriental llegó para quedarse.
En los 80-90, llegaron con fuerza algunas de las series manga más conocidas y admiradas de todos los tiempos, como por ejemplo Dragon Ball y toda la saga que siguió después de ésta: Dragon Ball Z y Dragon Ball GT. En En España, llegó en 1992 y fue el primer país occidental en publicar una historia manga fuera de Japón. El éxito de esta saga fue tal en todo el mundo que muchas compañías decidieron sacar partido de ello, creando, por ejemplo, juegos de cartas coleccionables de los personajes. Pero lo que más pegaba en ese momento eran los videojuegos y también se hicieron. En España, apareció en 1991 para la Nintendo Entertainment System, sí, la mítica Nintendo Nes, bajo el nombre de Dragon Ball: Shenlong no nazo. Como cabe imaginar, el juego, de aventuras, consistía en realizar un viaje con Goku y Bulma para conseguir las Bolas de Dragón. La fiebre de Dragon Ball no dejó de crecer durante los 90.
Hoy en día, existen otros dibujos y personajes del manga y del anime que gustan a muchos pero Goku sigue siendo alguien especial. Tanto es así, que recientemente se ha conocido la noticia de que Bandai estrenará videojuego de Dragon Ball para la PS4 y probablemente, también para la Xbox One. Así pues, la fiebre por esta serie no ha acabado todavía.